Habíamos estado viendo una película sobre los viajes en el tiempo. No sé cómo sucedió pero nada más terminar de verla, Pablo hizo sus elucubraciones sobre las posibilidades de esas incursiones a través de lo imposible, y me preguntó muy convencido, que si nosotros podríamos construir un artefacto para tales logros. Totalmente seguro de mi respuesta afirmativa, me dijo entonces que si nos poníamos a ello este próximo viernes...
Ya lo había intentando más o menos con su edad, y entonces conseguí una nave espacial con la que viajaba a los planetas conocidos y por conocer, nunca antes pisados por el hombre: ahí estaba yo con mi nave. Apretando simples botones.
Más madurito, y bastantes años después lo intenté de nuevo con esa otra máquina que me ha traído hasta aquí.
No sé si esto es el futuro, o el pasado pues el tiempo mismo lo dirá; la nave y su reloj programado, no recuerdo dónde quedó aparcada...
Fotografía y texto, Rafa Ordóñez
A mí, la que me gustaría encontrar es la máquina que te devuelva al presente, esa que cada que te desvías te lleva de vuelta al aquí y ahora. Lo digo por si tienes también libre el viernes de la semana que viene...
ResponderEliminarRaroabrazo
Para los amigos, tengo todos los viernes disponibles. Quién sabe si después de tanto intentarlo, nos encontramos al menos, la cabeza.
ResponderEliminarTe mantendré informado sobre el intento de este mismo viernes con Pablo: eso si no nos perdemos en un Universo cuántico y aparecemos en un tazón en forma de copos de maíz.
Naturaroabarazo.
Una máquina para viajar en el tiempo...... siempre he deseado tener una.
ResponderEliminarSi lo consigues, yo me apunto!
un abrazo
Estamos en ello, maduixeta, Nos faltan viernes...
EliminarOs mantendremos informados, pues tal vez nos haga falta una bien grande, para salir de esta.
Abrazo.
Por si te interesa.
ResponderEliminar"El libro negro de las marcas", escrito por Klaus Werner y Hans Weiss. Sobre las criminales barbaridades y expolios diversos perpetrados por las multinacionales. Se puede bajar (pdf) en el siguiente enlace.
http://educarteoax.com/pedagogizando/descargas/otros/el_libro_negro.pdf
Salud!
Muy buen consejo amigo Loam. Lo he visto, y conozco pequeños detalles de este laboratorio en que se ha convertido el mundo actual: somos abejas, hormigas... borregos en manos de criminales financieros, hechiceros católicos y meapilas babosos. No, ninguno de ellos es imbécil o estúpido. Saben muy bien qué quieren. Incluso pueden ser gusanos que nos comen el cerebro.
EliminarSólo he encontrado esto, que puede acercarse algo a la realidad (¡?), en la que creemos vivir:
http://youtu.be/0gKoRtI82RM
Salud!!
Ya me gustaría tener una máquina del tiempo que me trasladara hasta donde yo quisiera en cada momento, algunas veces, me gustaría retroceder a mi niñez por unos minutos para seguir saboreando la niñez desde la ingenuidad de esa felicidad en la que todo lo veías con la mirada inocente, y en otros momentos, volver por unos minutos a aquella loca pero adorada juventud.
ResponderEliminarPorque el mundo bloguero es como una familia unida en la que estamos enlazados entre letras y amistad, por eso mismo, no puedo dejar de desearte unas felices navidades llenas de amor, paz y felicidad y que el nuevo año venga lleno de nuevos proyectos y deseos cumplidos.
Un beso.
Pues sí, María. También a mí... aunque si lo piensas bien, ¿quién dice que no...? Creo que todo está en nuestra memoria; y eso, eso nunca nos la podrán arrebatar.
EliminarTambién yo deseo lo mismo para ti: una navidad en familia, con los amigos... con quien tú quieres, y que este año que pronto comenzará, te traiga todo lo que deseas. Total, ¿quién puede decir que no tiene sueños?
Besos, desde el futuro.
La máquina del tiempo está a punto de llevarnos, nada más y nada menos, que al 2015!!!!! inmediato futuro incierto e imprevisible, sin instrucciones ni dada. Veremos lo que hacemos en él.
ResponderEliminarBesos con sabor a 2014.
Imagínate el trabajazo que me ha llevado cambiar la bombilla de la pantalla del salón, como para intentar siquiera echarle un vistazo al microondas por la parte prohibida de atrás...
EliminarNada, que tendrá que esperar esa máquina que le prometí a Pablo porque como él bien sabe (y nos cuenta), el mundo corre peligro si me pongo guantes y agarro un destornillador... con mi rollo de fixo para grandes eventualidades.
Besos con sabor a chocolate negro.