6 de marzo de 2013

Naturareza humana: Disparate enmascarado




     Me ofrecieron la posibilidad de aprovechar tres minutos (ciento ochenta segundos), para dirigirme al gran público, al mundo entero; desde el centro de la carpa del gran circo: todo el mundo estaría escuchando atentamente, pues "ellos" se encargarían de que así fuese. Soltar aquello que pienso, sin tiempo a pensarlo,  sobre la vida, sobre la película de la que todos somos actores secundarios... sobre lo que fuese. Como un gran orador (o embriagado orador).
 
   Reconozco que me vi sorprendido. Me cogió de imprevisto, por sorpresa, sin tener tiempo para acicalarme frente a un espejo antes de salir a la plaza mundial. Sin tiempo para tomar un sorbo de agua, sin tiempo para estructurar mi pequeño discurso.
   Tal vez sea así como se logran los verdaderos descubrimientos, los verdaderos experimentos con final feliz: poniéndose manos a la obra, en cualquier momento, y con la única certeza de tu supuesta preparación; donde no es necesario gestar nada, pues todo está de antemano casi, casi colocado para llegado el momento, poder afrontar el hecho o realidad que frente a ti se presenta como lo que es. Pero, ¿qué podía enunciar yo en tres minutos? ¿Qué importancia tendría de cara a lograr algo? De ser así, ¿lograría mi propósito de que todo el mundo, absolutamente todo el mundo, me escuchara con atención y sacaran conclusiones...? ¿Me llevarían al matadero en caso contrario? ¿Por qué yo...?



Naturareza humana: Disparate enmascarado por utopazzo

 

    Luego desperté bañado en sudor, con la mente confusa. Me costó algo más de tres minutos atravesar la puerta de la realidad.
    Me acerqué al espejo, me acicalé (sin mirarme casi, pues sin gafas no veo), tomé un sorbo de agua, y, en ese momento dudé acerca de qué es la realidad, qué es aquello que nos envuelve, y qué somos cuando no somos conscientes que somos. Se acercó por la espalda mi mujer y, susurrándome al oído me dijo: "Has estado magnífico frente a toda esa gente... los has dejado a todos boquiabiertos. Aunque no sé si te han entendido..."



    "Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad" 
     Oscar Wilde


   

   





   Fotografía y vídeo, Rafa Ordóñez
   

10 comentarios:

  1. "Has estado magnífico frente a toda esa gente... los has dejado a todos boquiabiertos"...y creo que se te entiende muy bien.

    Esta rareza merece un análisis más meditado, a ver si sueño algo.

    Continuará...

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  2. ¡Anda que si luego se demuestra que somos soñados por alguien, y éste despierta alborotado cual pesadilla... y nos difuminamos...!
    (¡Shhhh...! No hagamos demasiado ruido mientras, por si acaso, y siga el sueño por muuucho tiempo...).
    Besos.

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  3. Jajajjaja me ha encantado el vídeo, me has hecho reir, lo único que a estas horas lo he puesto muy bajito y apenas te he entendido, pero era porque estaba el sonido demasiado bajito, mañana vuelvo en el día, y te escucharé como es debido, y ya te diré si he entendido o no lo que has dicho.

    Un beso.

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    1. Bueno María, tal vez ni escuchando mejor, me entiendas... ¡Jeje...! Es la máscara, que sin dejarme ver (y encima no me puedo adaptar las gafas...), desprende la verdad a la que se refiere O. Wilde. Claro, que siempre será "mi" verdad.
      Me alegro de veras que te haya gustado el vídeo. Lo que pretendo realmente, es dejarlo macerar con el tiempo: nuestro gran aliado, y enemigo a la vez.
      Besos.

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    2. He estado viendo el vídeo de nuevo, y tengo que se te entiende a la perfección aún tapado la cara jajajaja, y tienes razón en los puntos expuestos, estamos solos en esta vida de teatro, en la que además, como bien dices "somos unos borregos" porque estamos manejados por unos cuantos, y en cuanto a que no existe Dios o los Reyes Magos, haz una encuesta a ver cual es el resultado jajajaaj.

      Un vídeo muy ingenioso, que me encantó volver a verlo y esta vez escucharlo.

      Un beso.

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    3. ¡Ya ves que se nos adelantó el Sr. O. Wilde, con su sentencia...! ¡Pongámonos todos (al menos una vez en la vida)la máscara...!
      Besos.

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  4. El contenido y el texto del vídeo es ingenioso, me ha gustado :)

    Un abrazo

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    1. Me alegro un montón Eva, que te parezca ingeniosa la entrada. Como digo a María, todo es cuestión de macere con el tiempo, a ver resultados. Por descontado que no puede agradar a todo el mundo a partes iguales; pero ¿no resultaría tedioso que a todos nos gustase "todo", todo el tiempo, todo por igual...?
      Besos.

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  5. Vaya si estamos solos y algunos, los que no creemos en dios o creadores extraterrestres, más solos todavía. Creo que fue Nietzsche quien dijo "¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?"...

    Por cierto, no has hablado de la no existencia del ratón Pérez y me produce desconcierto. El hecho de no incluirlo en la lista quiere decir que podemos creer en él, o que no nos hace falta creer en él porque realmente existe.

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    1. Sí, el mismo. Además dejó aquello de "Dios ha muerto, viva el hombre..." (O algo así). Luego recuerdo una película donde aparecía una pegatina en un coche (evidentemente eran creyentes norteamericanos, sin poder dilucidad a día de hoy, si son o no más peligrosos que sean norteamericanos, creyentes, o las dos cosas...) donde "rezaba" Nietsche ha muerto, viva Dios..." Pero bueno, lo primero es seguro que sucedió, y respecto a lo segundo, ya huele bastante el cadáver sin darle sepultura.

      Lo del ratón Pérez, se lo debes preguntar a Pablo. Tal vez él te pueda explicar… yo, no tengo demasiados datos. Piensa que en mi casa éramos tan pobres, que cuando se me caía un diente y lo dejaba bajo la almohada, éste amanecía donde lo había dejado y las pocas monedas que tuviese en el bolsillo del pantalón, en cambio me desaparecían… nunca logré entender qué pasaba. Creo que mis padres andaban buscando la manera de alquilar (aunque fuese) el ratoncito a los vecinos de la planta de abajo, que eran de la clase pudiente…

      Besos.

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